La Asociación Latinoamericana de Antropología (ALA) estuvo presente en el IV Congreso Ecuatoriano de Etnobiología Saberes tradicionales y virtualidad, realizado entre el 5 y 7 de mayo de 2022 en modalidad híbrida, con la Mesa de Diálogo: Soberanía alimentaria, extractivismo y territorios en conflicto en América Latina, la cual se puede rememorar en el canal YouTube de la Sociedad Ecuatoriana de Etnobiología, centro adscrito a la ALA que organizó dicho evento.
Dicha mesa, realizada el sábado 7 de mayo de 2022, fue coordinada por Lía Ferrero (UNPAZ, UNLP), presidenta de la ALA, con la moderación de Diana Lenton (UBA), vocal de la ALA por el Colegio de Graduados/as en Antropología de la República Argentina. Disertaron en la mesa Florencia Trentini (Universidad Nacional de Quilmes/CONICET, Argentina), Margarita Granados (ACANT, Colombia) y Roberto Narváez (consultor independiente, Ecuador).
La Mesa de Diálogo: Soberanía alimentaria, extractivismo y territorios en conflicto en América Latina tenía como propósito “debatir sobre y compartir experiencias de trabajo con comunidades indígenas y campesinas afectadas/insertas por el modelo económico neoliberal extractivista que hoy hegemoniza América Latina, y evaluar cómo esta situación moldea su presente territorial y por lo tanto en su soberanía alimentaria, con especial atención al rol que las mujeres desempeñan en la transmisión de conocimientos referidos al territorio y sus recursos, y en la lucha por la defensa de sus modos de vida”, como se lee en el resumen.
Según la propuesta, la soberanía alimentaria se entiende “como el derecho de los pueblos a definir sus propias políticas sustentables de producción, distribución y consumo de alimentos, dentro de los marcos que habilita o inhabilita la modernidad/colonialidad”. Su ejercicio, dice el resumen, “garantiza el derecho a la alimentación para toda la población, la seguridad alimentaria, la salud y la sustentabilidad ecológica”, además de que “motoriza buenas prácticas económicas, respetuosas de las diversidades de los modos campesinos e indígenas de producción, distribución y consumo y estimula el traspaso generacional de esos procesos”.
En la presentación, la presidenta de la ALA, Lía Ferrero, remarcó la importancia de visibilizar nuestras antropologías para contrarrestar las políticas de la ignorancia y de la invisibilización producto de las relaciones de poder norte-sur, invisibilización que se practica incluso al interior de las comunidades antropológicas latinoamericanas y caribeñas. Una práctica concreta, enfatizó, es abrir estos espacios en los eventos nacionales y regionales de antropología, como esta mesa de trabajo, para generar el diálogo y el intercambio. También resaltó la importancia de la Colección Antropologías hechas en América Latina y el Caribe, libros gratuitos y en acceso abierto que forman parte del proyecto editorial de la ALA, además de la integración de más de 500 antropólogues en 26 Grupos de Trabajo de la ALA.
Por su parte, Diana Lenton explicó, en sus palabras iniciales, que la intención de la mesa era hacer una relación entre las diferentes trayectorias de los estudios académicos y casos particulares con los cuales lxs colegas invitadxs estuviesen trabajando para conversar sobre la aplicación práctica de la antropología, especialmente frente a los proyectos extractivistas en territorios ancestrales.
Procesos de resistencia popular frente al extractivismo en Argentina, Colombia y Ecuador
Una de las invitadas, Florencia Trentini (Universidad Nacional de Quilmes/CONICET, Argentina), trabaja en comunidades mapuches en la Patagonia Argentina, específicamente en proyectos de ecomanejo de recursos, materiales y territorios, y se encuentra investigando sobre diálogos y saberes en procesos de construcción colaborativos de conocimientos ambientales desde una perspectiva feminista e interseccional.
En su declaración, Trentini dijo que en Argentina existen distintos tipos de extractivismo vinculados a modelos de “desarrollo” y “progreso”, uno de los más agresivos la minería a cielo abierto, y nombró las disputas y procesos de resistencia populares en los casos de Catamarca, Vaca Muerta (por la técnica de fracking), además de la extensión de la frontera extractiva en el norte argentino por la plantación de soja en la década de 1990 y el extractivismo urbano debido a la especulación inmobiliaria urbana.
En este país del cono sur-sur, estos problemas son invisibilizados para que el movimiento de resistencia popular no tome carácter nacional, pese a que estas problemáticas afectan la salud y el ambiente de todes. Según Trentino, ya existían otros modelos alimentarios no tan invasivos, depredadores y antropocéntricos; las comunidades que estudia, dijo, han generado estrategias de resistencia para proteger el territorio, como la construcción de modelos para tener soberanía alimentaria, lo que estas comunidades llamaban “la producción propia de alimentos” como un derecho relacionada con la salud y el territorio. También problematizó “lo tradicional” como categoría estática, es decir, puso en cuestión la forma en cómo se esencializa esta categoría como fuerza política para negar derechos a las comunidades.
Florencia Trentini (Universidad Nacional de Quilmes/CONICET, Argentina).
Por su parte, otras de las debatidoras, Margarita Granados (Universidad del Magdalena, Colombia), presidenta de la Asociación Colombiana de Antropología (ACANT), ha investigado y acompañado procesos de reivindicación y defensa de derechos territoriales en comunidades indígenas y negras en Colombia, específicamente producto de proyectos extractivistas de carbón en el sur de la Guajira del país neogranadino, desarrollados por la empresa Cerrejón.
Estos conflictos ambientales y socioecológicos por la explotación de carbón, dijo Granados, suman 40 años con mayores afectaciones en comunidades negras, generando procesos de desplazamientos, vaciamiento del espacio debido al acaparamiento y expropiación de la tierra por parte tanto de la empresa extractivista como del Estado colombiano, y, claro está, la afectación ambiental. Estos procesos de despojo, desterritorialización e incluso negación de las identidades se vinculan, según Granados, a un racismo ambiental, de ahí la importancia de investigar y acompañar estos fenómenos de resistencia y lucha desde un enfoque interseccional para restablecer los derechos colectivos y pensar en un escenario post-extractivista. Sin embargo, Granados consideró que estos conflictos no se podían resolver con actores locales solamente, sino vinculándolos al territorio y a la reproducción de la vida.
Margarita Granados (Universidad del Magdalena, Colombia), presidenta de la ACANT.
Otrx de lxs invitadxs, Roberto Narváez (consultor independiente, Ecuador), tiene estudios en derechos humanos, cambio climático y conservación, además es investigador en sociedades amazónicas y andinas, con énfasis en pueblos en aislamiento. Narváez enfatizó en el marco legal que ha sostenido las políticas extractivas petroleras y mineras en Ecuador, impulsadas por un Estado que las avala.
Explicó la relación de las empresas petroleras con las comunidades waoranis, pueblo indígena de reciente contacto, con las prácticas asistencialistas y, por supuesto, las tensiones y violencias que esto genera al interior de esta comunidad, acostumbrada a concebir la selva como una fuente constante de alimentos. Cuando se producen derrames, explicó este antropólogo, la autoridad ambiental se ha encontrado totalmente ausente y, en algunos casos, hasta ha apoyado a las partes que son demandadas (empresas petroleras).
Esta situación en esta población en específico ha generado cambios, nombró la política de construcción de viviendas por parte de las empresas petroleras, chocando esto con los modelos tradicionales. También se han generado conflictos al interior de la misma comunidad lo que propicia tensiones en los liderazgos, causando incluso muertes debido a estas disputas.
Roberto Narváez (consultor independiente, Ecuador).
En su moderación, Diana Lenton enfatizó que, de las tres disertaciones, consiguió puntos de encuentro, como las incoherencias de las prácticas de los Estados-nación y sus organismos encargados de proteger estos espacios, los cuales apoyan las prácticas extractivistas. También habló de las diferentes violencias generadas por estos fenómenos, como los desplazamientos, las desterritorializaciones y las movilizaciones de estas comunidades desde zonas rurales a espacios urbanos.
Para cerrar, Lía Ferrero, presidenta de la ALA, reflexionó sobre la importancia de pensarnos en antropologías en plural, hechas desde el sur como lugar de enunciación: lugarizadas, nuestras, propias, de ahí la importancia de debatir estos escenarios en diferentes países de la región, especialmente frente al tema de los extractivismos, y generar puntos de soldadura.
La transmisión se hizo en vivo por la página Fan de Facebook de la Sociedad Ecuatoriana de Etnobiología y la pueden rememorar, como se aclaró al inicio, en el canal YouTube de dicha organización ALA.